Lectura ciega

Lo que dice la imagen NO ES CIERTO.

Es necesario invitar al niño a la reflexión y cuestionar todo lo que observa, mira en la tele, escucha en la radio, lee en un libro, le dicen los maestros o su propia familia. Sólo así va a pensar por sí mismo cuando crezca, en vez de repetir nada más lo que leyó o escuchó. Repetir lo que alguien más piensa no es pensar,por inteligente que esa otra persona sea, y esto no significa que rechazar lo que alguien más piensa sí sea pensar.

Sin embargo, leer ayuda a explicarse de manera más clara.

Lennarth Anaya

No sé

Pierde mi respeto alguien que prefiere decir barbaridades antes que mostrarse inseguro, alguien que prefiere cerrar toda posibilidad con esa "seguridad" en sí mism@

Lennarth Anaya

Inteligente castigo

La inteligencia es un castigo, no un don, salvo que hayas nacido en un planeta de gente inteligente o además de inteligencia también tengas facilidad de reconfortarte deshonestamente.

Lennarth Anaya

La razón del "racional"

Ojalá que un magnate cuyo color favorito sea el rojo, no quiera que veamos todos el cielo rojo, porque aunque sin embargo se mueva, las muchedumbres lo van a ver rojo y vamos a castigar severamente a los no-muchedumbres.

O algún loco con títulos académicos y nobiliarios muy merecidos que se le ocurra comprarse un traje que sólo los tontos no podamos ver y nos torture con sus miserias con el auspicio de la gente normal.

Lennarth Anaya

Bodas

Las bodas son un gusto que hombres dan a las mujeres.

No imagino a un hombre buscando arreglos florales con ilusión.

En este ceder tan oneroso el hombre promedio demuestra cierta disposición a ceder y consentir.

Esto que para la gente educada podría ser síntoma de acuerdos para la cooperación, es claramente percibido muy distinto en ciertos grupos mayoritarios, para las mujeres podría significar el inicio de una vida de complacencias, para hombres podría significar un bien estimado primer y último sacrificio... en verdad no le veo mucha utilidad aún.

Lennarth Anaya

Indignos de merecer día a día

Si no fuéramos tan mediocres, no tendríamos miedo a amar a alguien que pudiera largarse, sin tanto trámite, cuando le diese su gana.

El acuerdo contractual nupcial demuestra que no hay amor entre dos seres humanos que unen sus vidas por así comvenir a sus intereses materiales y/o emocionales.

No amaríamos a nuestros perros si pudieran ir y venir a voluntad, y tal vez no regresar, si no estuvieran aprisionados en nuestras cuevas de concreto. Nos ofendería que el perro sólo nos moviera la cola un momento pero no se dejase abrazar por nuestras asfixiantes brazos.

Tan arraigado está el aprisionamiento en nuestra mente, que el Enterpreneur (emprendedor, pero todavía con más caché, para levantarle el ánimo) nos quiere embarcar con planes y plazos forzosos para la contratación de sus servicios. Más que comprometerse, nos quiere comprometer a nosotros, atarnos y evitar que los podamos abandonar en el olvido cuando nos demos cuenta de que su servicio no cumple con nuestras expectativas. NADIE en su sano juicio dejaría de solicitar un servicio de calidad que satisfaga necesidades.

Tememos ganarnos día a día la lealtad de quien está en frente, tememos dejar de merecerles porque nos presuponemos indignos.

Lennarth Anaya

Drogas: suicidio lento

Siempre he pensado que tomamos y fumamos porque el momento mismo no es suficientemente estimulante. Nos gusta jugar basket, tocho, soccer, nadar, correr, pero no contamos con la condición para poder hacer eso todo el tiempo, es un desgaste mayor que el de las drogas. Entonces recurrimos a ellas.

Nos dicen que nos va a hacer daño, y lo sabemos, no somos idiotas. Hacemos caso omiso porque, si el momento mismo no nos resulta suficientemente estimulante, tampoco el futuro... en el fondo no valoramos la vida.

* Un paréntesis: sé que existen verdaderos idiotas que creen que no les va a pasar nada.Y lo peor es que algunos pocos fulanos hasta viven más que los demás, envenenándose,reafirmando la creencia de los idiotas antes mencionados. Habría que tener en mente que éstos son una minoría cuyas ventajas orgánicas fueron desperdiciadas y utilizadas para sufrir más que los demás.

Suponiendo que la mayoría no somos idiotas, y que más bien estamos calculando no vivir demasiado porque los sistemas de pensión para el retiro son un chiste, y nuestros seres queridos simplemente no son suficientemente divertidos y motivadores como para estar con ellos demasiado, ya cuando la vemos venir, nos arrepentimos y corremos a curarnos por culpa del dolor. Ya que nos curamos, algunos caemos en el paréntesis de los idiotas y creemos que somos inmunes porque ya lo superamos. Otros simplemente insisten inconscientemente en que la vida no es suficiente estímulo por sí sola y queremos morir, pero sin dolor, o sea, que se canse el cuerpo y deje de funcionar, ¡pero que no avise!...

Pero, ¿y qué tal si de pronto se me iluminara la cabezota y algún parte aguas cambiara mi motivación y quisiera yo curar todo eso que tanto tiempo tardé en echar a perder?, ¿qué tal si mi nieto de pronto resulta un nadador de poca madre y se va a competir a varios países y yo puedo irlo a ver de vez en cuando, y otras veces verlo en la T.V., pero resulta que ya mi cuerpo está cansado, o de plano ya está en las últimas?, me voy a perder eso.

¿O qué tal si una experiencia me hace reflexionar sobre... qué sé yo, la importancia de los bosques, y encuentro estimulante ayudar en programas para su conservación y concienciación nacional?, pero mi cuerpo ya está desgastado.

O [solteros o casados] que de pronto conozco a alguien que me emocione... ah, pero resulta que mi cuerpo ya está jodido.

Ha de ser de la chingada querer regresar el tiempo atrás para evitar hacer lo que hice.

Tal vez hay mejores maneras de suicidarse, sin causar penas y sin tener tiempo de esos parteaguas y los patéticos arrepentimientos que conllevarían.

Lennarth Anaya

Nuestro derecho sobre el prójimo

En nuestro andar podríamos optar por seguir nuestro camino e ignorar a quien está a lado, pero eso no es vivir y preferimos el conflicto.

¿Quién habría de aborrecer a un extraño de quien no se conoce nada? Pareciera que con nuestra atención al prójimo otorgamos el derecho sobre nuestra vida.

Así el mamarracho se siente con derechos sobre la doncella sólo porque ésta le prestó atención en un inicio, dándole un fallido beneficio de la duda. La doncella misma siente derechos sobre un príncipe porque ya cruzó con ella algunas palabras. Ahora ésta siente mayor autoridad que antes para poseer su vida en compromiso o, de lo contrario, hacerle la vida difícil, o al menos odiarlo y difamarlo. Y esto último sólo porque aquel decidió seguir su camino sin ella, tal y como lo pudo haber hecho desde un inicio sin haberle prestado una mínima atención.

El criminal mismo siente mayor respeto por el desconocido, de quien no sabe qué esperar, lo cual es peor que lo que puede esperar del vecino malhumorado que todos en la colonia saben que no se deja y es de armas tomar. El sólo hecho de verte en más de una ocasión, de poder inferir cierto patrón de comportamiento en tu rutina, ya es conocerte y cederle ese derecho que los animales más primitivos asumimos sobre el prójimo.

Lo mismo en redes sociales, se siente menor autoridad para cuestionar a quien publica poco.

El odio de los devotos a una religión, por los de otra religión no se da sólo por el nombre, sino después de que se han escuchado algunas divergencias en lo que piensan.

No soportamos dejar ir sin castigar, al menos con el odio, a quien no se ajustó a nuestros caprichos, la mínima actitud revanchista es el deseo de que la pasen mal, cuando no está en nuestro poder hacer más. No nos avergonzamos de nosotros mismos por sentirnos despechados, nos avergonzamos si a caso sólo de que se nos note, y entonces alimentamos el sentimiento procurando que no sea evidente, hasta que el tiempo ayude al olvido y en verdad dejemos ir.

No tengo derecho a odiar, mucho menos a interferir, sólo tengo derecho a ignorar.

Lennarth Anaya

P. D. Es sabio no correr las mismas rutas todos los días, en el mismo horario, pues los perfectos desconocidos que vaguen por ellas comenzarán a vigilarle con mayor confianza.

Impresionar

Impresionar a un tonto tiene menor valor para mi que no impresionar a nadie

Lennarth Anaya

Sacrificio, madurez y efectividad

Sin pagar el precio

Usamos nuestra libertad para hacer lo que queramos y exigir lo que deseamos sin pensar en lo que aportamos.

Queremos vivir lo qué otros viven, ignorando que lo que sacrificaron para lograrlo los preparó mentalmente para tenerlo.

Entonces lo queremos todo pero sin que nos cueste y tenemos [cada vez más] casos de millonarios (criminales y hasta empresarios legales) que sin educación se pavonean entre la sociedad como personas valiosas. No saben disfrutar lo que tienen, lo mal emplean en banalidades, lo despilfarran, están perdidas, están inmaduras.

Jefes de departamento que no cuentan con mentalidad de liderazgo; políticos que dispensan los bienes públicos a su gusto; padres de familia incapaces de educar, pero que ya tienen la orgullosa responsabilidad de una familia sobre sus hombros; y un sin fin de etceteras.

Sacrificio entorpecedor

"Como a mí me costo, a ti también te debe y te va a costar", y se entorpece el progreso de generaciones en formación.

Ejemplos:

1) Un ingeniero que se sabe todo el procedimiento de una maquinaria, da instrucciones muy vagas sobre la forma de operar de la misma, procurando afianzarse como "una pieza clave e imprescindible" para la compañía. El fracaso de los demás le conviene, o en el mejor de los casos, su éxito, pero con sangre. Las nuevas personas cometerán errores e invertirán tiempo que el ingeniero que estamos cuestionando ya había invertido. Esto entorpece el avance. Seguramente la mayoría de las empresas son poco innovadoras y ese tiempo mal gastado por las nuevas generaciones de todas formas no hubiera sido aprovechado en mejores cosas, porque esas empresas no sin dinámicas y su día a día es monótono. Pero para las empresas innovadoras, ingenieros que propician estas circunstancias son inadmisibles.

2) El profesor que da cátedra y orienta poco, sirve de poco, en comparación con el catedrático que agilización la adimilación de conocimiento y logra avances mucho mayores en los alumnos en menores tiempos y edades. Este es un mal de los países con mayor atraso en conocimiento y se debe al típico "me costó a mi, a ti te debe costar", sin importar que tal vez el profesor era menos brillante y por eso le costó más, o sus profesores lo eran y él ahora quiere "revancha". Además, si los alumnos avanzan muy rápido, corren el riesgo de tener que exponerles temas más avanzados y que no dominen, por lo que resulta muy conveniente perder el tiempo con el sacrificio entorpecedor que ayude a seguir manteniendo la figura de superioridad.

Balance

Al final resulta cuestionable la cantidad de tareas que dejan en las escuelas a los niños, se puede fácilmente caer en uno u otro extremo si no se tienen individuos con criterio en la sociedad, lo mismo en el sector laboral, el artístico, etc....

Lennarth Anaya

El ridículo vocabulario amoroso

Ver la nota: El Infame Vocabulario Amoroso

- Almadelia Murillo (@AlmadeliaMC)

La autora no está criticando el vocabulario cariñoso, sino el vocabulario ridículo. Además ella misma se confiesa culpable (todos deberíamos practicar la autocrítica).

Tampoco se trata de que haya seres fríos andando en las calles y criando niños insensibles. Pero la forma ridícula en que se dirigen a sus parejas y sus hijos te demuestra rápidamente lo estúpidos que son como familia. De la misma forma que quién se dirige con groserías o mucha dureza demuestra que se trata de una familia disfuncional (culpa de los progenitores) y con muchísimo esfuerzo y pocas probabilidades, los niños se salvarían de ser disfuncionales también.

Lennarth Anaya

Altar

El éxito de facebook no es tanto la comunicación, sino que nos permite hacer un altar para adorarnos a nosotros mismos.

Lennarth Anaya

Temor a la duda

¿Por qué seguir creyendo cieganente en lo que nos digan "los expertos"?

Si vienen a decirnos que siempre no, que la tierra sí es plana, ahí vamos todos otra vez a creerlo.

¿Por qué tememos dejar lugar a la duda?, por ejemplo, ¿cómo puede una persona saber cómo realmente ven los perros con los experimentos tan subjetivos que hacen?

Decir "no sé... aún no sé", es mejor que mentirnos a nosotros mismos con respuestas rápidas.

Debilidad permisiva

Algunos permiten la debilidad, por eso otros cuantos hasta la demuestran. Si nadie la permitiera, ni el más débil siquiera se la permitiría así mismo.

Lennarth Anaya

La razón del ser querido

Si vamos a decir a nuestros cercanos verdades a medias, siempre nos van a dar la razón, aunque quisieran ser objetivos

Toño Dominguez y Lennarth Anaya

Amor, pero que se vea

Llaman amor al estatus que alcanzan ante la gente superflua por medio de la posesión y la exhibición

Lennarth Anaya