Se acaba el materialismo, la humanidad se vuelve sensata y serena... en su mayoría; porque un tío que acaba de nacer y recibió el mundo estable se va a aburrir y no valorará el mundo como lo tiene, en su necesidad de cambio y a falta de una actividad que le haga sentirse pleno, se volverá superfluo, buscará ser diferente, romperá algunas reglas, será irreverente y lo encuentran divertido. Entonces todos lo imitan y regresa el materialismo, la gente vuelve a despreciar la vida ajena, a desperdiciar recursos, a despreciar a la naturaleza, a devastar el ambiente por poner campos de golf. Vuelven a ser chistosas las películas violentas de policías y súper héroes cínicos que accidentalmente asesinan inocentes como un efecto colateral de perseguir a alguien malo, muy malo, lo cual no importa mientras no mueran los personajes principales de la historia. Después de mucho viviendo así, vuelve a dar hueva este materialismo superficial; un tío surge y revoluciona con ternura, compasión y empatía, Las muchedumbres, cansadas de lo anterior, lo vuelven a seguir y ahora lo bueno vuelve a ser lo otro, y así sucesivamente...
Masas no pensantes y aburridas naufragando sin carácter, aproximándose demasiado lento a la meta de la evolución.
Lennarth Anaya
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