Ella no aguantaba a casi nadie, y menos a ella por ser ciega; excepto a su novio que la amaba mucho.
Un día, su novio le consiguió unos ojos sanos y la operaron, entonces pudo ver.
Su novio le pidió que se casara con el y ella, al ver que era ciego, le diijo que no, que se alejara de ella.
Él aceptó con tristeza y en su partida le dejó una carta que decía:
"Cuida bien los ojos que te regalé, te los di para que conozcas el mundo"


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