Correteando penosamente la papa

Me meto a LinkedIn y me siento en un país de primer mundo. Todos comprometidos con la calidad, les encantan los retos y el trabajo en equipo. Les encanta aprender y enseñar.

Es mi imaginación que decidan la solución más simple y que toma menos esfuerzo, aunque se limite el potencial de la misma. También es mi imaginación cuando evitan a alguien con dudas o problemas, y cuando hacen esperar a alguien argumentando que tienen harto trabajo, hasta importantes se sienten diciendo eso. Es mi imaginación que respondan "pus ahí vele, chingao pinche vieja pendeja, a mi me costó mi trabajo hallarle", cuando alguien les pregunta alguna duda de un tema que dominan... si no tiene buen escote quien pregunta, obviamente, porque serán feos, pero no putos, y menos realistas. El chiste es correr "a la hora de la salida, con las tareas terminadas y la carita feliz en la hoja superior del cuaderno cuadricula con los márgenes bien trazados por papá y mamá".

Lo que sí les reconozco es su gusto por aprender nuevas cosas (si están bien posicionadas en los mercado$).

Pero eso sí, "mierda de políticos, todos son unos hipócritas".

Lennarth Anaya

Proceso educativo del adulto


En los círculos periodísticos se suele llamar a la Prensa el "gran poder" en el Estado.
Evidentemente su significación es extraordinaria y jamás podrá ser bastante apreciada.
Es, pues, la prensa, el factor que continúa obrando en el proceso educativo del adulto. En
términos generales, tres son los grupos en que se podría dividir el público lector de
periódicos.

1° Los crédulos que admiten todo lo que leen.

2° Aquéllos que ya no creen en nada.

3° Los espíritus críticos, que analizan lo leído y saben juzgar.

Numéricamente, el primer grupo es el más considerable; abarca la gran masa del
pueblo y representa, por lo tanto, la clase menos intelectual de la nación. Pertenecen
también a este grupo esa especie de haraganes que serían capaces de pensar pero que por
pura negligencia aceptan todo lo que ya han elaborado los demás.

El segundo es numéricamente mucho más pequeño que el anterior; está compuesto en
parte de elementos que, en un principio, participaban del primer grupo y que después de
funestas y amargas decepciones, optaron por cambiar diametralmente de criterio,
acabando por no creer en nada de lo que leyesen. Estas gentes son muy difíciles de tratar,
porque hasta frente a la verdad misma, se mostrarán siempre escépticas, resultando así
elementos anulados para todo trabajo positivo.

... para los componentes de este último grupo no entraña peligro
alguno ni tienen trascendencia los absurdos que pueden consignarse en las columnas de
un periódico. Hoy, que la cédula electoral de la masa decide situaciones, el centro de
gravedad descansa precisamente en el grupo más numeroso, y éste es el primero: un hato
de ingenuos y de crédulos.


Una de las tareas primordiales del Estado y de la nación es evitar que este sector del
pueblo caiga bajo la influencia de pésimos educadores, ignorantes o incluso mal
intencionados. El Estado tiene por lo tanto la obligación de controlar su educación y
oponerse al abuso. La prensa, ante todo, debe ser objeto de una estricta vigilancia, porque
la influencia que ejerce sobre esas gentes es la más eficaz y penetrante de todas, ya que
no obra transitoriamente, sino en forma permanente. En lo sistemático y en la eterna
repetición de su prédica estriba el secreto de la enorme importancia que tiene. Jamás debe
el Estado dejarse sugestionar por la cháchara de la llamada `libertad de prensa".
Rigurosamente y sin contemplaciones el Estado tiene que asegurarse de este poderoso
medio de la educación popular y ponerlo al servicio de la nación.


- Adolfo Hitler

Educación servil


La educación alemana de la ante-guerra adolecía de muchos defectos. Tenía una
orientación particularista concretada al aprendizaje puramente "teórico", dándole una
importancia menor a la "práctica". Aún menos valor se le adjudicaba a la formación del
carácter del individuo y mucho menos todavía a la tarea de fomentar el sentimiento de la
satisfacción en la responsabilidad; finalmente, era nula la importancia dada a la
educación de la voluntad y del espíritu de decisión. Los frutos de este sistema
educacional no representaban realmente mentalidades fuertes, sino más bien dóciles
"eruditos", como por lo general se nos consideraba a los alemanes antes de la guerra
juzgándosenos según ese criterio. Al alemán se le quería porque era elemento utilizable,
en cambio se le respetaba poco, debido justamente a que no poseía la suficiente entereza
de carácter.

- Adolfo Hitler

Ignorantes, y sin coraje


las más importantes medidas en materia económica resultan sometidas a un forum cuyos miembros en sus nueve décimas partes carecen de la preparación necesaria. Lo mismo ocurre con otros problemas, dejando siempre la decisión en manos de una mayoría compuesta de ignorantes e incapaces. De ahí proviene también la ligereza con que frecuentemente estos señores deliberan y resuelven cuestiones que serían motivo de honda reflexión aun para los más esclarecidos talentos. Allí se adoptan medidas de enorme trascendencia para el futuro de un Estado como si no se tratase de los destinos de toda una nacionalidad sino solamente de una partida de naipes, que es lo que resultaría más propio entre tales políticos. Sería naturalmente injusto creer que todo diputado de un parlamento semejante se halla dotado de tan escasa noción de responsabilidad. No. De ningún modo. Pero es el caso que aquel sistema, forzando al individuo a ocuparse de cuestiones que no conoce, lo corrompe paulatinamente. Nadie tiene allí el coraje de decir: "Señores, creo que no entendemos nada de este asunto; yo a lo menos no tengo idea en absoluto".

- Adolfo Hitler
Mi Lucha