Albert Einstein
Que odioso es escuchar a alguien, con un conocimiento vago, hablar como un experto y todavía criticar a los demás. Les enseñaron ayer cómo hacer algo y hoy ya se quieren sentir gurús; me da igual si fue ayer o anteayer, en algún momento lo desconocían y lo aprendieron, justo como la gente con la que está ahora. Tan baja está su autoestima que intentan levantarla a la menor oportunidad, deberían pensarlo antes de ceder ante el impulso de fanfarronear, podrían ponerse en evidencia.
Los genios aprenden por gusto y no por presunción, se nota su auténtica sencillez porque realmente no se concentran en la percepción que de ellos tengan los demás. Jamás se miden con los menos hábiles, en todo caso, buscan aprender de los más hábiles, eso es ser realmente ambicioso, es querer crecer. Ellos no permiten halagos falsos, ni de los que les rodean, ni mucho menos de sí mismos, simplemente porque aspiran a tanto, que jamás tendrán suficiente para sentirse demasiado; aunque por su puesto, jamás se sienten menos. El aspirar a la admiración de quienes les rodean es tan insípido, que no puede ser su meta, ni siquiera a corto plazo.
Pero el ambicioso también sabe que la unión hace la fuerza, que el crecimiento de quienes le rodean será su crecimiento, porque la transmisión de conocimientos será más intensa entre varios expertos entre sí, que de un sólo experto al resto.
Quien de verdad conoce puede transmitir su conocimiento… y disfruta aprendiendo.
Tauro Mx

